miércoles, 30 de enero de 2008

No hags al otro lo que no quieres quete hagan

"No recuerdo mucho sobre mi estancia en el CBT 1, solo episodios que marcaron real importancia en mi vida, no solo como Enfermera, sino como ser humano"Mis prácticas de 4º semestre las hice en el Hospital General de Valle de Chalco. Estabamos practicando la materia de Técnicas Básicas de Enfermería en el servicio de Medicina Interna. Recuerdo que un día trasladaron a una chica de aproximadamente veinte años, tenía insuficiencia respiratoria y venía con una crisis de ansiedad. Todo el equipo de Enfermería le "echó montón" y trataron de estabilizarla lo más rápido posible. Sin embargo, la chica estaba muy ansiosa y aún cuando el oxígeno ya estaba a 4 litros por minuto la chica pataleaba y gritaba que no podía respirar. Afuera del cubículo estabamos una compañera y yo que, como buenas estudiantes no nos acercamos "porque si no sabes qué hacer, mejor no estorbes".Fue entonces que mi compañera hizo un comentario muy interesante:
"Ay, deberían de darle un mazapanazo a esa vieja loca, jajajaj"
Y lamentablemente yo participé de la risa. Lo que no percatamos es que la madre de la chica nos había escuchado. Con justa razón nos reprendió. Nos dijo que no deberíamos expresarnos de esa forma porque si bien un día llegasemos a tener a algun familiar hospitalizado no nos gustaria que hablaran despectivamente de ellos.
Yo no sabía donde meter la cabeza y mi amiga todavía le dijo que habia entendido mal, que no hablábamos de su hija, sino de otra persona.
La situación empeoró, pues la señora levantó la queja con el Director del Hospital. Nos llamaran y nos dieron una cátedra sobre respeto y trato digno. El director nos dio de baja del hospital y nos dijo que la situacion iba a llegar a la escuela, que abogaria para que nos suspendieran de la carrera.
Esa noche, camino a casa, lloré y lloré... No por la "sentencia" sino porque no sabía como enmendar mi error, Tenia la carga moral de haber lastimado a esa señora y de haberle faltado el respeto a su hija.
Se suponia que al otro dia yo tenia que presentarme a la escuela, pero decidi ir al hospital y buscar a la señora para disculparme con ella. Le dije que en el caso de que yo no regresara al hospital, ella tenía que saber que me avergonzaba la situacion y que me disculpara. Ella asintio con la cabeza y no dijo más.
Fuí ala escuela. Mi amiga ya habia dado su version y me tocaba a mi. Dije lo que habia pasado, tal y como sucedio. Mi coordinadora me dijo que mi version no checaba con la de mi compañera y nos enfrento a las dos. Ella todavia negaba delante de mi lo que habia sucedido. Dijo que la señora habia escuchado mal y que nisiquiera estabamos hablando mal de su hija, sino que nos habiamos contado un chiste (que aun asi, hubiera estado fuera de lugar ...)
¿Saben que paso con nosotras? Mi amiga fue dada de baja. A mi me transfirieron de hospital. Mi cordinadora me explicó que abogaba por mi en la escuela porque yo habia sido honesta y que de esas personas necesitaba la profesion, que fueramos sinceras y que siempre velaramos por el bienestar de nuestros pacientes.
Se me dio una segunda oportunidad.
Desde entonces, aprendí a no hacer comentarios despectivos de mis pacientes, no por la posibilidad de que me "cachen" sino porque todas las personas merecemos respeto.
FUE UNA LECCION QUE SIEMPRE TENGO PRESENTE

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