jueves, 7 de febrero de 2008

Saludos a todas mis compañer@s de ESEO


Hola, espero que esten tooodos, por fin, más relajados, ya pasó la hora macabra y ahora solo nos resta esperar los resultados del Examen Profesional. Les deseo mucha suerte y que todas sus metas se cumplan. Estamos a un escalón de ser Licenciados y Licenciadas jejeje ¡quién nos viera!! tan relajientos y ahora todos unos profesionales.
En horabuena, mis queridos colegas!
Mil abrazos.
Los quiere: Tina


miércoles, 30 de enero de 2008

Enfermeras: profesionales con vocación para cuidar la vida

Hoy celebran su día
Con un don que pareciera venir desde el fondo de su naturaleza, las enfermeras tienen la paciencia infinita para tratar el umbral de dolor de cada persona en una emergencia y el atino para conversar con unos familiares preocupados. Estas mujeres que trabajan con la arraigada vocación de cuidar la vida, son las enfermeras, que hoy celebran su día con el entusiasmo de quien reconoce la importancia de su labor. Son las principales cuidadoras de un paciente, pues lo acompañan en todas las etapas de su padecimiento. Las historias y anécdotas de una cuidadora de vida son innumerables, pero tener la dicha de presenciar la recuperación de un enfermo es la mejor recompensa. Diana Gómez, enfermera comunitaria, tiene 11 años ejerciendo esta labor en la que, asegura, ha aprendido a tratar con las personas que viven en poblaciones de alto riesgo. “No es nada más ayudar a la persona con una enfermedad, esto abarca muchos aspectos. Damos charlas educativas, hacemos visitas domiciliarias y atendemos los casos que vayan surgiendo a partir de eso”, señaló. Gómez asegura que su trabajo no es algo de rutina, pues hay que tener mucha vocación para superar algunos obstáculos y situaciones difíciles que suelen presentarse. “Yo trabajo en el ambulatorio de Los Cocos y generalmente hacemos mucha campaña con la comunidad, para que la gente asuma los riesgos que corre y se chequee a tiempo”, apuntó. Eglis Salazar, enfermera, resaltó que el trabajo preventivo que realizan es de vital importancia porque es lo que evita que los casos se compliquen y colapsen la red hospitalaria. “Una enfermera no se hace, nace de corazón”, según Salazar. Las condiciones poco adecuadas de la mayoría de los centros hospitalarios, los bajos sueldos y limitaciones de beneficios, muchas veces opacan la mística de algunos trabajadores de la salud. Los que poseen amplia vocación siguen haciendo su trabajo con amor y ayudando a miles de desafortunados que buscan un aliento ante alguna enfermedad. Déficit humano Xiomara Figuera, coordinadora regional de enfermería, explicó que en Nueva Esparta la falta de recurso humano es crítica. “Hicimos una estimación en la parte comunitaria y los tres hospitales que dependen del Ministerio de Salud y nos están faltando por lo menos 400 enfermeras”, destacó. Según Figuera, la falta de enfermeras limita la acción preventiva. “Creemos que la enfermería debe ir hacia la prevención de enfermedades dentro de las comunidades, pero sin el personal suficiente la labor es cuesta arriba”, destacó. Rosa Virginia Fuentes/Grupo Sol

Enfermeras desamparadas: Nunca se piensa en ellas hasta que se les necesita

Enfermeras desamparadas
Juan Veledíaz El Universal Domingo 14 de agosto de 2005
Nunca se piensa en ellas hasta que se les necesita. Su trabajo es vital, pero no se les reconoce. Por eso han creado su sindicato
Cuando en 1994 Susana Hernández Peña terminó su licenciatura en enfermería, no pensó que durante los siguientes 11 años entendería lo que es trabajar como "marginada". Cada día, al salir de su casa, aún con las sombras nocturnas para estar puntual a las siete e iniciar su turno de ocho horas, repasa los aspectos que le dan razón para sentirse de esta manera, pues tiene que laborar uno o dos días varias horas extra sin que se las paguen. Atiende un promedio de 30 pacientes, cuando la norma es cinco o seis; con limitaciones como escasez de medicamentos y equipo, asiste en emergencias cuando los recursos del hospital son pocos, y lleva la pesada loza de que la disciplina no cuenta con reconocimiento social ni profesional.
"Todo esto así lo resumo, son algunas de las expresiones vigentes en el trabajo de una enfermera", explica esta mujer de 39 años.
Su trabajo en el área de perinatología de un hospital de salud pública del gobierno federal inicia desde temprana hora, cuando llega a revisar las hojas de control de cada interno, registra los detalles con su jefa de enfermeras, quien traza los requerimientos del día para los 27 pacientes que la esperan, y sigue con los pedimentos de apoyo y asistencia para los médicos y especialistas.
El blanco de su vestimenta la uniforma con el resto de sus compañeros, pero su perfil profesional marca la diferencia por los conocimientos que posee y los que tienen los técnicos en enfermería, es decir, sus colegas que cuentan con estudios elementales y que suelen ser mayoría.
"Pero en nuestro salario somos casi iguales, no importa si tienes licenciatura o estás preparado en otra área, como no tenemos reconocimiento profesional se nos trata igual y se nos margina en todo", afirma.
Las condiciones por las que atraviesa la profesión en México llevaron hace un par de semanas a que se constituyera el primer sindicato independiente de enfermeras.
"El sindicato no busca competir con el del ISSSTE o el IMSS, sino unificar al gremio, luchar por los derechos laborales de una población que se estima en 3 millones y medio de hombres y mujeres que se dedican a esta disciplina, y alcanzar el estatus que aún no tienen en sus centros de trabajo", explica Rosalía Ávila, diputada suplente del PRD.
La legisladora fue una de las organizadoras del foro "Los derechos de las enfermeras mexicanas" que se efectuó en diciembre en la Cámara de Diputados, y quien junto con otras profesionales en enfermería constituyó la nueva organización.
En México existe el maltrato, sobre todo en clínicas privadas, despidos injustificados y hay hospitales donde no se les reconoce la antigüedad ni tienen seguridad social ni laboral, añade.
"Tenemos el caso del Instituto de Cancerología, donde las enfermeras no tienen base y se les contrata cada tres meses; entre contrato y contrato les dejan 15 días sin trabajo; ganan muy poco, alrededor de 64 pesos al día, por jornadas que a veces rebasan las ocho horas; no tienen derecho de antigüedad y están desprotegidas laboralmente".
Susana Hernández Peña gana en promedio 8 mil pesos al mes; es una de las 170 mil enfermeras que trabajan con plaza dentro de hospitales del gobierno, según cifras de enero de 2004 de la Secretaría de Salud.
Otras estadísticas, como las del INEGI dadas a conocer también el año pasado, señalan que hay 30 mil enfermeras en hospitales privados, mientras otras 102 mil no se sabe dónde laboran, pues pueden hacerlo en consultorios, en enfermerías de fábricas o empresas.
En México el trabajo de enfermería está catalogado al mismo nivel de un peluquero, un plomero o un mesero, señala Blanca Escamilla Wienmann, una enfermera independiente con estudios de maestría quien trabajó durante más de 25 años en hospitales y centros de salud y es una de las fundadoras del sindicato.
Como vocal del Colegio Nacional de Enfermeras su experiencia le ha permitido desde hace algunos años analizar el problema, el cual, dice, no tiene visos de resolverse pues persiste el incumplimiento de aquella promesa hecha por el presidente Vicente Fox de sacar la actividad de la lista de "oficios", para que deje de ser una actividad regida por el tabulador de salarios mínimos y lograr que se reconozca como profesión, y en los hospitales sea de autoridad y no solo de responsabilidad.
"En el caso de las enfermeras que trabajan horas extra no se les aplica la Ley Federal del Trabajo, es decir, no se les paga esta labor de más, se tienen que quedar a trabajar otro turno para que se les haga efectivo; de lo contrario no ganan nada", explica.
Cuando Rebeca Luna Vega inició su trabajo de enfermera hace 42 años, lo hizo como aprendiz pues lo que les exigían en aquel tiempo a quienes aspiraban a trabajar en esta actividad era un curso de auxiliar de enfermería y se aceptaba con sólo tener primaria. Al paso del tiempo fue necesario contar con secundaria, como ocurre ahora con quienes son técnicos en enfermería.
Durante estas cuatro últimas décadas a esta enfermera, quien labora en el hospital Juárez, le ha tocado presenciar cómo el trabajo dejó de ser visto como "de sirvienta, de ayudante de los médicos, a ser más profesional, es decir con estudios especializados y áreas de desarrollo profesional".
La actividad de la enfermería está incluida en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte; pese a ello, en México existen en promedio 19 enfermeras por cada 100 mil habitantes, cantidad que se aleja de la norma internacional que señala que por lo menos debe haber 60 por esta cantidad de personas.

Celebra IMSS Día de la Enfermera

Con un reconocimiento a su trabajo y vocación de servicio, más de 93 mil enfermeras y enfermeros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) festejaron este 6 de enero el Día de la Enfermera, instituido en México en 1931.En el país existen alrededor de 300 mil enfermeras y enfermeros, de los cuales más de 90 mil prestan sus servicios profesionales en el IMSS, que atiende a 43 mil millones 829 mil 497 derechohabientes en promedio, indicó el instituto en un comunicado.Destacó que su labor es reconocida por el esfuerzo y dedicación; por ello el Día Internacional de la Enfermera se celebra el 12 de mayo, pero en el país fue instituido el 6 de enero de 1931 por el director del Hospital Juárez, José Castro Villagrana.En el acto, la secretaria ejecutiva del Comité de Enfermería del IMSS, Leticia Jinez Ramos, destacó que el personal de enfermería es pieza fundamental en el instituto, ya que atiende a 43 millones 829 mil 497 derechohabientes.Las y los enfermeros se clasifican en dos rubros: el régimen ordinario y el régimen de IMSS-Oportunidades para atender tanto las áreas rurales como las urbanas, en funciones administrativas, salud pública, enfermera general, auxiliar de enfermería, especialista y jefe de piso, señaló.Destacó que todas estas funciones convergen en la asistencia, cuidado y prevención de la salud.En tanto, Marcela Díaz Mendoza, coordinadora de Programas de Enfermería en Salud Pública, afirmó que el IMSS es una institución vanguardista en la preparación académica de sus enfermeras, para lo cual cuenta con siete escuelas de esa especialidad.Refirió que en dichos planteles, ubicados en Sonora, Jalisco, Baja California, Monterrey, Tijuana, Mérida y Distrito Federal, se imparten diversas especialidades en las áreas de cirugía, cuidados intensivos, pediatría y medicina preventiva.A su vez, Filiberto Gómez Mejía, representante del Programa IMSS-Oportunidades ante el Comité de Enfermería, señaló que las enfermeras, en particular las rurales, se caracterizan por su sensibilidad, ya que cuidan de las comunidades y su gente.Unas 11 mil 389 enfermeras que laboran en comunidades apartadas de bajos recursos de 17 entidades del país, brindan servicios a casi 10 millones y medio de personas y 60 por ciento de ellas hablan algún dialecto, como el chontal, náhuatl, purépecha y otomí.DIARIO LA CRONICADomingo 6 de Enero 2008

Despues de 16 años de Profesion

Este mensaje lo recibi de una amiga mia, la cual me compartio un poco de lo que ha sido para ella el ser y el hacer de Enfermeria. Se los comparto:

Desde hace muchos años, siempre se ha dicho que la Enfermería es de las profesiones que cuentan con un mayor número de profesionales que acceden a estos estudios por vocación, porque sienten la necesidad de ayudar a los demás, sobre todo en los momentos más duros de la vida, en la enfermedad. Cuando era pequeña y por alguna razón, familiar casi siempre, visitaba un hospital, siempre veía monjas por los pasillos y pensaba que los enfermos estaban "en manos de Dios" por la formación religiosa que recibíamos en aquélla época. Cuando por casualidad veía alguna enfermera siempre me llamaba la atención su uniforme y pensaba "cuando sea mayor seré enfermera porque me gusta el uniforme". Unos años más tarde quise ser azafata, supongo que por lo mismo; y también maestra, en la etapa en la cual se despierta la "maternidad". Después y pensando con más sentido común, me seguía gustando ser enfermera aunque ya no tanto por el uniforme, que además era bastante feo y supongo que incómodo, sino porque reconocía en mí una vocación por ayudar a los demás.

A partir de entonces se convirtió para mi en una fijación, a pesar de que cuando lo comentaba siempre alguien decía "con lo desagradable que es ver tanta sangre en los hospitales", "la orina", "las heridas", etc. Sin embargo, a mí nunca me ha parecido desagradable, creo que es extraordinario y que no sabría hacer otra cosa poniendo todo mi corazón y empeño.

El tiempo fue pasando y llegó el momento de decidir qué carrera estudiar. No lo dudé un momento y no me equivoqué. Empecé mis estudios y los lleve bien, con ilusión, ganas de aprender y de comunicarme con los enfermos. En esa época, hablas mucho con los enfermos porque no sabes hacer muchas más cosas. Luego te das cuenta de que esas "más cosas" te ocupan todo el tiempo y te falta para hablar, comunicarte y escuchar aunque no voy a entrar en técnicas médicas, sobrecarga de trabajo, burocracia, falta de personal, problemas laborales,

Aquella época fue una de las más enriquecedoras a nivel profesional, porque además de que cada día aprendía algo nuevo, lo cual me hacía sentir más útil en el hospital, hablaba mucho con los enfermos y me di cuenta que necesitaban hablar, que alguien, aparte de sus familiares que en muchos casos no existen, los escuchara. Yo en esa "asignatura" me manejaba bien, aunque también tuve que aprender mucho, a callar muchas veces, a no decir lo que pensaba, a aguantar algún desaire, etc.

Cuando acabé mi formación y empecé la verdadera etapa profesional, todo empezó a ser distinto. Poco a poco te vas bajando de la nube en la que habías convertido todo un proyecto y vas acercándote a la realidad en todas sus vertientes, con sus cosas buenas y malas, con sus ventajas e inconvenientes.

Después de 16 años de profesión a veces pienso que lo he visto casi todo y rozo el aburrimiento y la apatía, pero cada vez que busco mi "vocación" la encuentro, y viajo mental y rápidamente a mi etapa de estudiante y regreso con más fuerza, con más ilusión y llena otra vez de esa energía que me hacía sentir útil al lado de la cama de un enfermo.

Precauciones universales

La primera vez que tuve contacto con un hospital me asignaron un paciente "peculiarmente" amarillo... (notaran que estaba ictérico y aun cuando lo vi, jamás me detuve a pensar en porqué estaba así) No tenía ninguna señalización de que estaba en aislamiento. La enfermera con la que yo estaba a cargo era de esas enfermeras "odiaestudiantes" que me ignoraba por completo y solo me mandaba a contar la ropa o acomodar medicamentos. Ahhhh!! Pero yo con toda la iniciativa que siempre me sobra, fui a visitar al paciente, el cual, decían, no habia recibido visitas en una semana.Fuí entonces a hacer mi buena acción del día, entré lo salude de mano y conversé con él aproximadamente 15 minutos, sobre como se sentía y lo que le preocupaba. Cuando estabamos convesando me dí cuenta que el suero no fluia como debia y era porque tenia obstruido el punzocath con un coágulo. Pues como yo "ya había visto como le hacen" procedí a querer destaparlo... Sin darme cuenta, saqué el punzo y pas... se derramó toda la sangre por el piso.Hice presión rápidamente pero la "evidencia" no la podia esconder.. Cuando sali del cubiculo mi idea era ir por una persona de intendencia para que me ayudara a limpiar el desperfecto. Fue entonces cuando me vio "mi enfermera consentida" y vio que yo tenia las manos llenas de sangre, eso sin contar que mi uniforme y mis zapatos blancos estaban todos escurridos del fluido... ¡Santa regañiza que me dio! Me dijo que la ictericia se debia a que era sospechosamente candidato a Hepatitis... HEPATITIS!!! Ni siquiera sabia si yo estaba vacunada. ¡Oh Dios! Durante 3 semanas me hicieron pruebas pero no paso nada GRACIAS A DIOS. Eso paso hace aproximadamente 8 años.Esto lo publico porque aun cuando es algo que me avergüenza creo que es importante que las enfermeras y sobre todo, como estudiantes, estemos alertas a tomar las precauciones universales y a no querer ser Superenfermeras que actuamos por impulso antes de conocer todo lo que incluye cualquier acción de enfermería: conocimiento de la base cientifica, destreza e informacion sobre la condicion de nuestros pacientes.Hay un "dicho" que siempre nos recuerdan nuestras profesoras cuando vamos a ingresar a una unidad hospitalaria:
"SI TIENES DUDAS, PREGUNTA, NO HAGAS NADA SINO SABER CUALES PUEDEN SER LAS CONSECUENCIAS DE TUS ACTOS"

No hags al otro lo que no quieres quete hagan

"No recuerdo mucho sobre mi estancia en el CBT 1, solo episodios que marcaron real importancia en mi vida, no solo como Enfermera, sino como ser humano"Mis prácticas de 4º semestre las hice en el Hospital General de Valle de Chalco. Estabamos practicando la materia de Técnicas Básicas de Enfermería en el servicio de Medicina Interna. Recuerdo que un día trasladaron a una chica de aproximadamente veinte años, tenía insuficiencia respiratoria y venía con una crisis de ansiedad. Todo el equipo de Enfermería le "echó montón" y trataron de estabilizarla lo más rápido posible. Sin embargo, la chica estaba muy ansiosa y aún cuando el oxígeno ya estaba a 4 litros por minuto la chica pataleaba y gritaba que no podía respirar. Afuera del cubículo estabamos una compañera y yo que, como buenas estudiantes no nos acercamos "porque si no sabes qué hacer, mejor no estorbes".Fue entonces que mi compañera hizo un comentario muy interesante:
"Ay, deberían de darle un mazapanazo a esa vieja loca, jajajaj"
Y lamentablemente yo participé de la risa. Lo que no percatamos es que la madre de la chica nos había escuchado. Con justa razón nos reprendió. Nos dijo que no deberíamos expresarnos de esa forma porque si bien un día llegasemos a tener a algun familiar hospitalizado no nos gustaria que hablaran despectivamente de ellos.
Yo no sabía donde meter la cabeza y mi amiga todavía le dijo que habia entendido mal, que no hablábamos de su hija, sino de otra persona.
La situación empeoró, pues la señora levantó la queja con el Director del Hospital. Nos llamaran y nos dieron una cátedra sobre respeto y trato digno. El director nos dio de baja del hospital y nos dijo que la situacion iba a llegar a la escuela, que abogaria para que nos suspendieran de la carrera.
Esa noche, camino a casa, lloré y lloré... No por la "sentencia" sino porque no sabía como enmendar mi error, Tenia la carga moral de haber lastimado a esa señora y de haberle faltado el respeto a su hija.
Se suponia que al otro dia yo tenia que presentarme a la escuela, pero decidi ir al hospital y buscar a la señora para disculparme con ella. Le dije que en el caso de que yo no regresara al hospital, ella tenía que saber que me avergonzaba la situacion y que me disculpara. Ella asintio con la cabeza y no dijo más.
Fuí ala escuela. Mi amiga ya habia dado su version y me tocaba a mi. Dije lo que habia pasado, tal y como sucedio. Mi coordinadora me dijo que mi version no checaba con la de mi compañera y nos enfrento a las dos. Ella todavia negaba delante de mi lo que habia sucedido. Dijo que la señora habia escuchado mal y que nisiquiera estabamos hablando mal de su hija, sino que nos habiamos contado un chiste (que aun asi, hubiera estado fuera de lugar ...)
¿Saben que paso con nosotras? Mi amiga fue dada de baja. A mi me transfirieron de hospital. Mi cordinadora me explicó que abogaba por mi en la escuela porque yo habia sido honesta y que de esas personas necesitaba la profesion, que fueramos sinceras y que siempre velaramos por el bienestar de nuestros pacientes.
Se me dio una segunda oportunidad.
Desde entonces, aprendí a no hacer comentarios despectivos de mis pacientes, no por la posibilidad de que me "cachen" sino porque todas las personas merecemos respeto.
FUE UNA LECCION QUE SIEMPRE TENGO PRESENTE